HISTORIA DEL TEMPLO

Subject: HISTORIA DEL TEMPLO Sun Sep 14, 2008 10:35 pm

Ermita

En el llano a la orilla de la barranca y al sur de lo que ahora es Apulco; vivía don Antonio Cisneros, lo cual transformo en capilla dos aposentos de su casa, en el año 1861.
La primera misa que se celebró fue el 4 de julio de 1862 y la imagen de Nuestra Señora del Refugio quedó en el altar como protectora de esta comarca. En este lugar se celebraron 37 misas y duró en servicio hasta 1870, año en el que se bendijo una nueva capilla.
Una gran Cruz de madera con pedestal de ladrillo señala hoy ese sagrado sitio; la levanto Don Carlos Vizcaíno para perpetuar este recuerdo.

Capilla

Donde hoy está el templo se comenzaron los cimientos de una capilla en el año de 1865. Al terminarla en 1868, se hizo la bendición provisional por el presbítero Ramón Negrete y celebró misa.
La capilla era de adobe y teja, de paredes bajas. Toco el vecindario ayudó a levantarla, distinguiéndose como bienhechores, Pedro Vargas y su esposa Ignacia Cuevas, don Juan y Juliana Briceño.
La bendición solemne la hizo el señor cura Fructuoso Zamora el 4 de julio de 1870.
En 1871 se bendijeron dos campanitas y el camposanto que todavía esta en servicio.
El 9 de marzo de 1881 llegó la visita e excelentísimo señor Loza, y los vecinos principales le piden un sacerdote para Apulco.

Vicaria

El 11 de enero de 1884 llega a Apulco el excelentísimo señor Vargas y erige la vicaria a petición de los vecinos y del señor cura de Tuxcacuesco; Félix Zamarripa.
En el año de 1886 se fundó la asociación de hijas de Maria por el padre Sixto Acosta.

Templo

HISTORIA DEL TEMPLO Lihiogo

Fig 1. Templo de Apulco y al lado derecho Monasterio (ex-hacienda de Apulco).

En 1888 el señor cura Zamarrita inicia la transformación de la capilla en un hermoso templo, pero muere en este mismo año por lo cual continuó con esta obra el presbítero Acosta, y logró continuar los trabajos hasta 1892 ya que se suspendieron por falta de recursos.

De esto se dio cuenta el hacendado Carlos Vizcaíno y mandó llamar al presbítero Acosta, ordenándole que siguiera con la obra del templo. Le dijo además que el pueblo ayudará con lo que pudiera y él se encargaba de todo lo demás; que todas las semanas mandase a la hacienda por el dinero necesario para la raya: Así pasó y cumplió su promesa.
El proceso de la construcción duró casi 20 años. En el año de 1900, don Carlos y su capellán, el Pbro. Severiano Romero, emprendieron un viaje a Roma, de donde trajeron la replica de un retablo para la iglesia de Apulco, a la vez consiguieron que la iglesia, fuera agregada a la Basílica de San Juan de Letrán Roma.
Llegó el día de que aquella obra alcanzó su fin. Lo último que se construyó fue la torre. Se tenia en proyecto que tal torre fuera una replica de la catedral tapatía, pero por ciertas circunstancias no se realizo.
Además de don Carlos Vizcaíno, el pueblo recuerda los operativos de la obra que no hicieron esfuerzo económico, pero si su empeño en construirla. Algunos de ellos son: Don Bartolo Calvario (albañil); don Ignacio Delgado (pintor); don Jesús Cervantes (carpintero); y don Jerónimo Calvario, quien levantó la torre.
En el año de 1901 se abrieron los libros parroquiales.
El lunes 4 de julio de 1910 el excelentísimo señor Velasco bendice el templo dedicado a Nuestra Señora del Refugio y consagra su altar mayor.
Existe un comentario a cerca de un túnel que va desde la hacienda hasta el curato del templo, hecho por don Carlos Vizcaíno. Pero esto aún no se ha comprobado.

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Fig 2. Imagen de Nuestra Sra. Del Refugio, altar mayor.

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Fig 3. Altar del Templo de Apulco.

Benefactor

Nació en la Piña municipio de Tonaya Jalisco, el 4 de octubre de 1844. Su padre era don Lucas Vizcaíno. Don Carlos se casó con doña Tiburcia Arias Vargas y se distinguía por ser un hombre de gran espíritu de progreso y entrega total al trabajo. Por eso en poco tiempo incremento su patrimonio. De su matrimonio nacieron dos hijos: Vicente y Maria.

En el siglo XIX tuvo la oportunidad de comprar el “Rancho Apulco” propiedad de doña Guadalupe Morett.
A la muerte de don Lucas Vizcaíno, su hijo Carlos recibió una herencia consistente en terrenos rústicos y ganado. A la vez, todos sus hermanos le vendieron lo que a ellos les correspondió de la hacienda de su padre.

Don Carlos, cuantas veces tuvo oportunidad, compró los terrenos que le ofrecían. En Apulco, se entregó al trabajo en cuerpo y alma; y pronto este rancho convertido en la hacienda llegó a la prosperidad. La hacienda fue la principal fuente de trabajo en este tiempo. A la persona que pidiera trabajo se le daba y siempre les pagaba su salario en una tienda de raya con lo necesario para comer y si les sobraba les daba un poco de dinero.
Al que no tenía trabajo por enfermedad, accidente o ancianidad, también les pagaba integro su jornal, y seguía ayudando a la casa de la viuda y el huérfano.
Antes de la revolución se creó una fábrica de jabón que se encontraba cerca del río y lo elaboraban con manteca de cerdo y otros ingredientes.

En este término antes de la revolución mexicana se consideró Apulco en su mayor auge con una población aproximada de 3000 habitantes.
Al terminar la construcción del templo ya nada fue igual, pues se vino la revolución y el hacendado tuvo que ir a vivir a San Gabriel, pero aún así no dejo abandonada la hacienda y seguido venia a vigilarla.

Hoy don Carlos Vizcaíno, seguramente ya está en el reino celestial (porque amo a Dios en los pobres), luego de su muerte ocurrida el martes 13 de septiembre de 1921, en San Gabriel. Sus restos mortales fueron trasladados posteriormente a Apulco, en el año de 1956, donde permanecen en el templo junto con los de su esposa.

Maria, hija de don Carlos, se caso con Juan Nepomuceno Perez Rulfo. Ellos fueron los padres del escritor Juan Nepomuceno perez Vizcaino mejor conocido como “Juan Rulfo”A esta hacienda desde su niñez, venía Juan Rulfo, no pudo vivir aquí por mucho tiempo por la violencia en la región, tuviendose que ir a vivir a San Gabriel, se dice que fue el sus visitas a la hacienda escribió “El Llano en Llamas”.